Aquí estoy en Roma, en casa de Graziano. Tamos recuperándonos de unos días intensos. Os cuento. Todo comenzó cuando Graziano me invito a hacer esta actividad. Unos amigos (Filipo y Renato) se han comprado un velero para trabajar con el en Cerdeña. Pero es barco se hizo en Francia y había que llevarlo hasta la isla. Ni se me paso por la cabeza decir que no a esta oportunidad.
Así que partimos para Niza ya que el velero estaba en Frejus en la costa azul. Estaba noviño do trinque así que nos dedicamos unos días a ponerlo apunto mientras no llegaban Filipo y Renato. Cuando estuvimos todos y con todo preparado el tiempo se revelo contra nosotros y estuvimos dos días mirando para el cielo y para la pantalla del ordenador mirando la meteo.
Cuando al tiempo le pareció bien, nos dio una tregua y decidimos arrancar para Cerdeña. Vale no llovía pero teníamos el viento en proa y marejada; y yo tuve la feliz idea de desayunar yogurt y zumo…. Mezcla explosiva cuando se va a navegar y con esa mar. Así que… si al cabo de un rato me puse malísimo e “botei o ejado pola borda” mi ma¡¡ 
Después 35 horas de navegación sin parar, puesta del sol increíble, amanecer mas increíble todavía. Delfines, risas y… Paramos en Bonifacio (Córcega) un sito precioso, por eso de estirar las piernas y hacer un poco de turismo, dos horitas y otra vez al barco.
Llegamos a Portisco ya de noche. Vamos una paliza. Aunque realmente interesante esta experiencia. Las sensaciones son muy parecidas a la montaña.
Después unos días en Cerdeña con una gente estupenda y a Roma.
Ya veis, nada del otro mundo.
Gracias a todos por vuestra hospitalidad
Así que partimos para Niza ya que el velero estaba en Frejus en la costa azul. Estaba noviño do trinque así que nos dedicamos unos días a ponerlo apunto mientras no llegaban Filipo y Renato. Cuando estuvimos todos y con todo preparado el tiempo se revelo contra nosotros y estuvimos dos días mirando para el cielo y para la pantalla del ordenador mirando la meteo.
Cuando al tiempo le pareció bien, nos dio una tregua y decidimos arrancar para Cerdeña. Vale no llovía pero teníamos el viento en proa y marejada; y yo tuve la feliz idea de desayunar yogurt y zumo…. Mezcla explosiva cuando se va a navegar y con esa mar. Así que… si al cabo de un rato me puse malísimo e “botei o ejado pola borda” mi ma¡¡ 
Después 35 horas de navegación sin parar, puesta del sol increíble, amanecer mas increíble todavía. Delfines, risas y… Paramos en Bonifacio (Córcega) un sito precioso, por eso de estirar las piernas y hacer un poco de turismo, dos horitas y otra vez al barco.
Llegamos a Portisco ya de noche. Vamos una paliza. Aunque realmente interesante esta experiencia. Las sensaciones son muy parecidas a la montaña.
Después unos días en Cerdeña con una gente estupenda y a Roma.
Ya veis, nada del otro mundo.
Gracias a todos por vuestra hospitalidad
